La historia de un fracaso anunciado
Por Alberto Encinar
Así nos va, el programa de sobremesa de La Sexta, se enfrentará hoy, una vez más, a las reposiciones de la serie Castle, de Cuatro. Nada bueno se augura para el programa de la productora de Pablo Motos, que el jueves de la semana pasada sufrió un descenso de un 33% de la audiencia desde su estreno (frente al triunfo de Castle).
Consideramos que la razón principal de su fracaso tiene que ver con un posible fallo en la dirección del target potencial.
Vamos por partes, hace no mucho, los
presentadores del programa, Florentino Fernández y Anna Simone, vivieron una
etapa de éxito con el programa Tonterías las justas (Cuatro). Dicho sea de
paso, el programa consiguió arrebatar una parte sustancial de la audiencia a Sé
lo que hicisteis (La Sexta). En estos dos programas citados, se rifaban a un
público joven y a un público más mayor (amas de casa y
jubilados principalmente) mediante el uso de un tono humorístico, al abordar noticias relacionadas con personajes públicos. Los estudiantes, entre los que me incluyo, al llegar
del instituto merendábamos viendo esos programas, un acto que ejercíamos con la
misma religiosidad que cuando al mediodía vemos los informativos durante la
comida.
Sin embargo, si observamos los resultados de audiencia , resulta que la mayoría
de la audiencia de Así nos va es masculina y se encuentra principalmente en una
franja de personas mayores de 35 años. Llegados a este punto, nos preguntamos, qué ha
sido de la audiencia menor de 35 años, la que podemos catalogar de joven o muy
joven.
Lo cierto es que el tono humorístico que nos hacía ver
Tonterías las justas ha decaído (a lo cual contribuye la ausencia del
carismático Dani Martinez), y si Florentino y sus secciones han dejado de ser
graciosas y comienzan a resultar pesadas, qué joven va a querer acercarse a
eso.
La decisión de poner al frente a Florentino y Simone viene
motivada por el deseo de repetir el éxito de Tonterías las justas, pero al
igual que le ocurrió a Sé lo que hicisteis, pasado un tiempo la fórmula se agotó y cuando la
gente empieza a notar que los guionistas y el equipo se repiten, entonces el programa, lastrado por el tedio tiene los días contados.
Otro de los posibles motores del fracaso es que el programa
se emita sin pausas publicitarias. ¿Quién pensáis que va a soportar un programa de sobremesa repetitivo y sin gracia,
sin cambiar de canal?
Lo cierto es que las reposiciones de la serie Castle (Cuatro)
recaudaron la audiencia de Bones (La Sexta), ambas series de ficción que casualmente,
sí tienen pausas publicitarias. Es cuestión de tiempo, y sino ya veréis amigos, qué es lo qué
sucederá este jueves con Así nos va.